Paola Caicedo

Amor en Cuarentena

En Marzo de 2020, el mundo exterior se volvió un lugar miedoso y peligroso. La casa era nuestra guarida que nos mantenía a salvo del virus. Los días seguían pasando y este lugar se volvió nuestro único universo. Solo las ventanas nos conectaban con ese afuera que se había convertido en algo tan desconocido. No teníamos dónde escapar, la privacidad se volvió comunal y nos empezamos a ver completamente. Nos dimos locura y cordura para no claudicar ante la angustia de la pandemia.